por Eduardo S.
"... por las calles de Montevideo" coreaba una canción de la década de los 80 en un programa humorístico uruguayo de aquellas épocas.
Como típico MAL chiste de reunión de amigos donde alguno siempre simula el redoblante de tambor o timbal de bateria lo que se contará en breve no es chiste... lamentablemente!.
Ayer en el local de una conocida cadena de supermercados "Henderserianos" me detuve para unas compras de reyes para mis sobrinas e hija... y no te digo que tuve la brillante idea de pretender su posterior envoltorio. Mal yo ahi!.
Tanto dentro como fuera de local se encomendaron puestos para las tareas del arte del pliegue del papel y la moñita lo cual, debo reconocer, personalmente esta casi al nivel intelectual que un astronauta porque es admirable como envulven las condenadas baratijas que uno compra y pensar que si me das esa tarea a mi, el desastre que puede resultar en el envoltorio final... será digno de tus mayores pesadillas y posterior odio a las tradicionales fiestas y feriados regaleros.
El calor era insoportable, mediodía, pero debo reconocer que -quizás producto de la mente brillante de algún extranjero que este haciendo una pasantía en dicho local- se habían colocado sombrillas para los desafortunados integrantes de la cola y un expendedor de bebidas (lastima que los vasitos se los llevaban los propios empleados que andan acarreando carritos, entonces no habian). 10 puntos a medias por este último hecho.
Llega casi mi turno, y cual la canción "Ironic" de Alanis Morissette, el individuo adelante mío en la fila saca de su carro... señoras y señores... un PUFF. Si ... si ... como lo lees... un puff de casi un metro de alto x metro de ancho y se lo coloca en la improvisada mesa de trabajo a la infeliz empleada. Perpleja me mira y, ocultándose me dirige la mirada, muerde su labio y hace ademanes faciales dignos de ser filmados y subidos a Youtube.
"Le doy el papel" le dice. "No no ... quiero que me lo envuelvas ahora!" "Pero que hijo de miiiiil puta" pense enseguida. La chica -adoctrinada a brindar su mejor sonrisa y atención al cliente exigida por esa cadena de supermercados- puso su mejor "cara de poker", y tras 15 interminables minutos, culminó la tarea en lo que culminó siendo, la cosa mas similar a las pelotas de medias y diarios que hacia yo cuando era pibe. Flaaaaaaaco... mira que el "factor sorpresa" no va a existir en el desafortunado destinatario eh!!! a no ser que tengas a B10 en posición fetal esperando a decir... "SURPRISEEEEEE!".
Ahhhh, omití decirles que este fulano en cuestión, nativo yorugua desalineado, mugriento y desprolijo en su presentación personal y de vestimenta estaba... impávido... como si nada. Yo por mi lado, creo haberle propinado 6 millones de trompadas panaderas en la nuca. Y si viejo.... un imbécil, zarpado, desubicado ... mal!.
LLega mi turno y en broma le pido a la chica que me envuelva el carrito entero del local porque dicidí llevarmelo con contenido y todo.
Y aca viene el REMATE de esta historia.
La chica se ríe con cierta soberbia e ironía y me dice... "un puff, un carrito... eso no es nada... la semana pasada tuve que envolver una casatta Conaprole de 2 litros"!!!!!!!!!!
(redoblante de tambor, timbales y murgas carnavalescas)
Algo mas que decir??? No lo creo, todavía tengo la mandíbula caída como Jim Carrey en "The Mask".
Feliz día de Reyes para ustedes!, porque después de lo que les conté hoy... el mío está arruinado.
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